
¿Y si pequeños aliados invisibles pudieran transformar tu embarazo? Los probióticos, estos microorganismos esenciales, desempeñan un papel fundamental a lo largo de nuestras vidas y cobran especial importancia durante el embarazo, donde contribuyen al bienestar de la futura madre y su bebé [1]. Desde la prevención de trastornos digestivos hasta la reducción del riesgo de infecciones vaginales, sus beneficios son numerosos… y a menudo se pasan por alto. ¿Qué probióticos deberías elegir? ¿Cuándo deberías incorporarlos a tu vida diaria? En este artículo, explicamos cómo estas "bacterias beneficiosas" pueden brindar un verdadero apoyo para ti, tu microbiota y tu bebé. ¡Vamos allá!
Recordatorio rápido: ¿qué son los probióticos?
Los probióticos son microorganismos vivos, principalmente bacterias y levaduras, que desempeñan un papel fundamental en el equilibrio de nuestra microbiota. Esta es un ecosistema complejo y dinámico, compuesto por miles de millones de microorganismos distribuidos en diferentes partes de nuestro cuerpo, entre ellos:
- los intestinos,
- la vagina,
- la piel,
- la boca.
En la microbiota intestinal , los probióticos participan activamente en varias funciones esenciales:
• Facilitar la digestión contribuyendo a la descomposición de los alimentos [2];
• Favorecer la absorción de nutrientes como hierro, calcio y vitaminas [3];
• Ayuda a fortalecer la barrera intestinal limitando la colonización por patógenos [4].
¡Y no se quedan de brazos cruzados cuando se trata de la microbiota vaginal ! Mantienen un pH ácido y, por lo tanto, limitan el desarrollo de microorganismos indeseados, lo que ayuda a reducir el riesgo de infecciones.
En resumen, al apoyar estos ecosistemas microbianos, los probióticos contribuyen a nuestro bienestar general en todas las etapas de la vida, y particularmente durante períodos sensibles como el embarazo.
¿Se pueden tomar probióticos durante el embarazo?
No alarguemos más la incertidumbre: sí, puedes consumir probióticos durante el embarazo. Pero (¡porque hay un "pero"!) solo si eliges cepas adecuadas y específicas cuyos beneficios hayan sido estudiados y documentados científicamente.
En general, estos microorganismos traerían beneficios no sólo para la futura madre, sino también para el desarrollo de su bebé [6].
Cepas como Lactobacillus rhamnosus o Bifidobacterium longum , por ejemplo, se estudian frecuentemente por sus efectos positivos en el cuerpo humano , especialmente durante el embarazo. Pueden fortalecer las barreras naturales contra los patógenos y ayudar a limitar los desequilibrios microbianos asociados a estos cambios hormonales.
Sin embargo, le recomendamos optar por productos especialmente formulados para embarazadas . Y, por supuesto, consulte con su médico o matrona antes de comenzar el tratamiento, si eso le tranquiliza.
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¿Cuáles son los interesantes beneficios de los probióticos durante el embarazo?
Los beneficios de los probióticos para las mujeres embarazadas han sido estudiados y comprobados en numerosas ocasiones. A continuación, se presentan los principales efectos de los probióticos, documentados por investigaciones científicas.
Cuidando la microbiota intestinal y vaginal
A nivel digestivo, los probióticos promueven el equilibrio de la microbiota intestinal , muy demandada durante el embarazo. Ayudan a mantener un tránsito intestinal regular y a reducir problemas digestivos como el estreñimiento (común en las madres primerizas). Cepas como Lactobacillus reuteri y Lactobacillus paracasei favorecen una digestión más fluida al equilibrar la flora intestinal , lo que ayuda a aliviar las molestias asociadas a las fluctuaciones hormonales.
A nivel vaginal, los lactobacilos, en particular Lactobacillus crispatus y Lactobacillus rhamnosus, desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de un pH ácido en la microbiota vaginal , esencial para prevenir infecciones comunes como la candidiasis o la vaginosis. Al favorecer la flora vaginal , se reduce el riesgo de complicaciones relacionadas con el embarazo.
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Ayuda a reducir el riesgo de diabetes gestacional
Ciertas cepas probióticas podrían influir en la modulación de los factores asociados con la diabetes gestacional. Por ejemplo, algunos estudios sugieren que el Lactobacillus rhamnosus podría contribuir a:
- mejorar la sensibilidad a la insulina
- reducir la inflamación general.
Dos elementos clave en la regulación del metabolismo del azúcar. Si bien estos resultados son prometedores, los datos disponibles siguen siendo limitados y se necesita más investigación para confirmar estos efectos. Sin embargo, su capacidad para favorecer una microbiota intestinal equilibrada abre interesantes perspectivas para ayudar a las mujeres embarazadas a controlar su salud metabólica.
Favorecer la absorción de hierro durante el embarazo.
Las mujeres embarazadas suelen experimentar deficiencia de hierro, especialmente en el último trimestre del embarazo . Una microbiota intestinal equilibrada desempeña un papel fundamental en la absorción de nutrientes [8]. Por lo tanto, ciertas cepas probióticas , como Bifidobacterium longum, pueden contribuir indirectamente a la absorción de hierro. Sin embargo, estos efectos son indirectos y dependen de muchos factores, como la dieta y la salud general.
Fortalecer el sistema inmunológico del bebé
Sí, los probióticos no solo afectan nuestra salud... También afectan la de tu bebé, ya que participan en el desarrollo de su microbiota. Este proceso comienza principalmente al nacer, especialmente durante el parto vaginal , donde el bebé entra en contacto con microorganismos del canal vaginal y la flora materna.
La microbiota intestinal , que alberga aproximadamente el 70 % de las células inmunitarias del organismo, es esencial para el desarrollo del sistema inmunitario. Por lo tanto, una microbiota materna sana puede contribuir al establecimiento de una flora intestinal equilibrada en el recién nacido, favoreciendo así su incipiente inmunidad. Por lo tanto, el consumo de probióticos durante los últimos meses del embarazo es de gran interés.
¿Cuándo tomar probióticos durante el embarazo y cómo elegirlos?
Al elegir un suplemento probiótico, es fundamental verificar las cepas que contiene y sus beneficios específicos. Por ejemplo, el Lactobacillus rhamnosus se ha estudiado por su función de reforzar las defensas naturales y reducir los desequilibrios microbianos relacionados con el embarazo. Por otro lado, el Lactobacillus reuteri puede ayudar a mantener una digestión más cómoda y aliviar molestias digestivas, como el estreñimiento, frecuente en las mujeres embarazadas . Nada mal, ¿verdad?
Pero, de nuevo, no dudes en consultar con tu matrona antes de iniciar un tratamiento. Ella podrá garantizar que los productos elegidos sean adecuados para tu situación.
¡Los probióticos no son solo suplementos! También puedes incorporarlos a tu rutina diaria en otras formas, como alimentos fermentados (kéfir, ciertos productos lácteos como el yogur, chucrut).
Y si aún estás planeando un bebé... ¡Mejor aún! Porque ahora conocemos la relación sumamente beneficiosa entre los probióticos y la fertilidad . Por lo tanto, añadir probióticos desde el período preconcepcional puede ayudarte a preparar tu microbiota para los cambios que experimentará.
En resumen, probablemente ya lo sepas: los probióticos para la flora íntima e intestinal son aliados esenciales durante el embarazo, ya que favorecen el bienestar de las nuevas mamás y sus bebés. Al equilibrar la microbiota intestinal y vaginal, promueven un embarazo tranquilo y el desarrollo del recién nacido.
Fuentes:
[1] Jarde A, Lewis-Mikhael AM, Moayyedi P, Stearns JC, Collins SM, Beyene J, McDonald SD. (2018). Probióticos en el embarazo y resultados maternos: una revisión sistemática y un metanálisis. British Journal of Nutrition, 119(1), 1–11
[2] Marteau P, et al. (2001). “Flora bacteriana intestinal: efectos de los probióticos”. Journal of Clinical Gastroenterology, 30(2), 131–134.
[3] Ouwehand AC, et al. (2002). "Probióticos y otros microbios funcionales: de los mercados a los mecanismos". Current Opinion in Biotechnology, 13(5), 483–487.
[4] Macfarlane GT, et al. (2006). “Probióticos, infección e inmunidad”. Current Opinion in Infectious Diseases, 19(5), 457–462.
[5] Ravel J, et al. (2011). “Microbioma vaginal de mujeres en edad reproductiva”. Actas de la Academia Nacional de Ciencias, 108 (Supl. 1), 4680–4687.
[6] Isolauri E, et al. (2002). “Probióticos en enfermedades humanas”. The American Journal of Clinical Nutrition, 73(6), 1142S–1146S.
[7] Luoto R, Laitinen K, Nermes M, Isolauri E. (2010). Impacto del asesoramiento dietético materno suplementado con probióticos en el desenlace del embarazo y el crecimiento prenatal y posnatal: un estudio doble ciego controlado con placebo. American Journal of Clinical Nutrition, 91(5), 177–183.
[8] Ouwehand AC, et al. (2005). "Probióticos y otros microbios funcionales: de los mercados a los mecanismos". Current Opinion in Biotechnology, 16(3), 204-211.









