Esta es LA pregunta que preocupa a muchas mujeres embarazadas: ¿qué se les permite comer o beber durante el embarazo? ¿Debemos decir adiós a todos los pequeños placeres de la vida cotidiana? Algunos hábitos también pueden ser más difíciles de romper que otros... ¡especialmente cuando eres adicto al café de la mañana!
La cafeína es un tema frecuentemente cuestionado y da lugar a muchas preguntas sobre sus posibles efectos adversos. Sobre todo porque no sólo se encuentra en el café, sino que también está presente en otros tipos de bebidas, como la Coca-Cola, el té y otras bebidas energéticas.
Entonces, ¿cuáles son los efectos reales de la cafeína en el feto? ¿Cuáles son las recomendaciones de las distintas autoridades sanitarias respecto al consumo de cafeína durante el embarazo? ¿Cuales son las alternativas? ¡Hagamos balance!
Los efectos de la cafeína en el feto
Cuando una mujer embarazada consume cafeína, ésta atraviesa la barrera placentaria y puede llegar al bebé. Además, a partir del segundo trimestre del embarazo, la eliminación de la cafeína es más lenta y por tanto sus efectos son más intensos.
Muchos investigadores se interesaron en los posibles efectos negativos de la cafeína sobre el desarrollo fetal. Entre las preocupaciones más comunes están el impacto en el peso al nacer o las alteraciones en el desarrollo cerebral.
Impacto en el peso al nacer
Un estudio reciente publicado en el British Medical Journal descubrió que el consumo diario elevado de cafeína durante el embarazo podría conducir a un mayor riesgo de bajo peso al nacer. Otros estudios van aún más lejos y añaden que este bajo peso al nacer podría provocar un retraso en el crecimiento. El peso al nacer es un indicador importante de la salud de un bebé y, por lo tanto, el bajo peso al nacer puede estar asociado con problemas de salud a largo plazo.
Alteraciones del desarrollo adecuado del cerebro
Cuando se trata del desarrollo del cerebro fetal, los estudios muestran que el consumo excesivo de cafeína durante el embarazo puede estar asociado con problemas neurológicos en el niño. Se han reportado déficit de atención y trastornos del comportamiento. Sin embargo, es importante señalar que la evidencia en esta área aún es limitada y se necesita más investigación para confirmar estas posibles asociaciones.
Algunos estudios también han sugerido un vínculo con un riesgo de aborto espontáneo durante el primer trimestre del embarazo, pero este riesgo no se ha establecido formalmente, ya que la mayoría de los estudios farmacológicos sobre el tema son solo observacionales.
Cabe señalar que las pruebas en mujeres embarazadas están prohibidas, por lo que estos estudios son puramente observacionales: el objetivo es realizar un seguimiento médico de las mujeres embarazadas y determinar si existen consecuencias positivas o negativas del consumo de cafeína en su salud o en la de su futuro hijo. Por ello, los resultados de estos estudios son siempre cautelosos y a veces incluso incompletos. Por esta razón, muchos científicos y médicos piden que se aumente la vigilancia sobre el consumo de cafeína y se revisen aún más las recomendaciones sanitarias actuales.
¿Cuánto café debes consumir durante el embarazo?
Actualmente, las recomendaciones varían según el país y la organización, pero todas recomiendan un consumo moderado de café, especialmente durante el periodo preconcepcional y los primeros meses de embarazo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este consumo moderado rondaría los 300 miligramos de cafeína al día. Para darte una guía, una taza promedio de café normal (150 mililitros) contiene alrededor de 100 miligramos de cafeína, lo que equivale aproximadamente a 3 tazas al día.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) es más estricta y recomienda un consumo diario de cafeína inferior a 200 miligramos, o un máximo de 2 tazas al día.
Tenga en cuenta que la cantidad de cafeína contenida en una taza de café puede variar considerablemente dependiendo de factores como el tipo de café consumido (café instantáneo, café de filtro, espresso, etc.), el tipo de granos, la marca, el método de preparación o incluso el tamaño de la taza.
¿Qué alternativa? Si no puedes prescindir de tus 3 o 4 tazas de café diarias, te recomendamos que pruebes a optar por un café bajo en cafeína o incluso descafeinado. Sin embargo, hay que tener cuidado de elegir café descafeinado y sin disolventes, es decir, con un método de extracción no nocivo. Y para compensar, ¿por qué no te regalas un pequeño cuadradito de chocolate negro?
¿Qué pasa con otras bebidas?
Además del café, muchas otras bebidas también contienen cafeína.
> Las bebidas carbonatadas , como los refrescos, pueden contener cafeína, aunque generalmente en cantidades menores que el café. No en vano se recomienda limitar el consumo de estas bebidas, no sólo por su contenido en cafeína, sino también por su alto contenido en azúcar y calorías, que pueden contribuir a un aumento excesivo de peso durante el embarazo. Pensamientos para todos los adictos a la Coca-Cola: ¡sabemos que la abstinencia es difícil!
¿Qué alternativa? Hoy en día, hay muchas bebidas carbonatadas que pueden ser igual de placenteras de beber: algunas de nuestras favoritas incluyen kombucha, limonada e incluso agua con gas de jengibre (que también tiene el beneficio adicional de aliviar las náuseas matinales). Por otro lado, limitamos los zumos de frutas, que a menudo son demasiado dulces.
> Las bebidas energéticas son otra fuente de cafeína a tener en cuenta. A menudo contienen altas cantidades de cafeína, así como otros estimulantes, como la taurina. Se recomienda encarecidamente evitar las bebidas energéticas durante el embarazo debido a su alto contenido de cafeína y sus efectos potencialmente nocivos para la salud del feto.
¿Qué alternativa? Si te falta energía te recomendamos que recurras a complementos alimenticios adaptados a tu embarazo. Nuestras vitaminas para el embarazo contienen todos los ingredientes para ayudarle a limitar las deficiencias y mantenerse en forma.
No todo el mundo lo sabe, pero la cafeína y la teína son en realidad la misma molécula. Las dosis no son las mismas: una taza de té clásica (250 ml) contiene de media 40 mg, lo que supone una dosis de cafeína ciertamente mucho menor que la de un café, pero no es neutra. Por ello se recomienda elegir tés con bajo contenido en cafeína, como el té verde descafeinado (siempre sin disolvente).
¿Qué alternativa? Si te apetece una bebida caliente, la infusión será tu mejor aliada durante el embarazo y además tiene muchos beneficios. De ti depende elegir las plantas adecuadas: nosotros decimos sí a las infusiones de melisa, jengibre, verbena, tilo, tomillo o azahar. Por otro lado, evitamos las infusiones a base de manzanilla, salvia, lúpulo o hinojo.
En conclusión, la cuestión de si se puede consumir café durante el embarazo plantea preocupaciones legítimas. Hasta el momento, el café y otros productos con cafeína no se encuentran entre los alimentos prohibidos para una futura mamá. Sin embargo, se recomienda no excederse y saber consumirlo en pequeñas cantidades: ¡saber darse un capricho sí, pero siempre con moderación!
Para saber más sobre los alimentos prohibidos durante el embarazo , puedes consultar el siguiente artículo.