¡Una aliteración que suena bien en inglés, “ baby blues ”! Y, sin embargo, es un período por el que pasan muy a menudo las madres jóvenes, pero que no es nada un momento de placer. Afortunadamente, esta es solo una fase (más cuando os decimos que el embarazo no dura nueve meses …) por la que pasar.
El bebé está aquí, ¿por qué me siento triste?
A menudo es el momento más esperado: el parto se vive como una “liberación” y el encuentro tan imaginado con el propio pequeño provoca emociones intensas. Las mujeres embarazadas se dicen a sí mismas que lo que les espera es felicidad y plenitud. Por supuesto, pero entre lo que ha pasado el cuerpo, las primeras noches en vela, la bajada hormonal, el ambiente de montaña rusa... mental y físicamente recibimos un bajón, aunque eso suponga que tengamos unos primeros días/semanas difíciles. Se estima que entre el 50 y el 80% de las mujeres experimentan este episodio que altera el estado de ánimo. Los primeros signos comienzan en los primeros días del posparto (alrededor del 3) y pueden durar hasta 2 semanas. Los síntomas pueden persistir más allá del rango normal y exacerbarse por cambios de rutina y acumulación.
¡La tristeza del bebé no está “en la cabeza” de la nueva mamá! Es la consecuencia directa de todos los cambios experimentados. Después del parto, las hormonas del embarazo disminuyen drásticamente (especialmente la progesterona y el estrógeno, que se producen en la placenta). Mientras que los que ayudan con la lactancia (como la oxitocina o la prolactina) se disparan (¡una montaña rusa, te lo contamos! Es normal que sea un poco impactante. ¡Y espera, ni siquiera te hemos contado lo de la vuelta de la regla !)... Si a eso le sumamos la inevitable falta de sueño y el estrés repentino que puede causar la realidad de tener un pequeñín en brazos, nos llega la melancolía postparto.
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¿Cuáles son los síntomas de la tristeza posparto?
Los primeros signos de tristeza posparto pueden variar de una mujer a otra (así como ningún embarazo será igual al de otra mujer). Pero los síntomas a los que hay que prestar atención son la baja moral, los cambios de humor, la irritabilidad, la fatiga intensa (mental y física), una mayor sensibilidad, el llanto (por nada...), los trastornos del sueño... A veces se añade la ansiedad (¿seré una buena madre?), la sensación de no estar a la altura, una forma de soledad y, a veces, la tristeza del "estómago vacío" (el duelo por la pérdida del embarazo y la fusión).
También lo llamamos el fondo del cubo, el final del rollo (o el final de la cinta, como variante), el “no puedo más” (si tienes otros, los tomamos para ampliar nuestro vocabulario!). En resumen, nos sentimos sofocados, sentimos una gran bajada de energía, todo nos parece vertiginoso y nos sentimos abrumados. No añadas una dosis de culpabilidad (como "no debería estar triste cuando mi bebé esté aquí"): lo que sientes es simplemente NORMAL. Se trata de un episodio muy común tras el parto, que no afecta a la relación entre la nueva mamá y su bebé y que va desapareciendo poco a poco.
Síntomas más graves o más prolongados: cuidado con la depresión posparto
No se supone que la tristeza postparto dure mucho tiempo después de dar a luz (a menudo dos semanas, pero la realidad de la fatiga acumulada puede prolongar los síntomas #losabemos), y, si bien es molesto, estos cambios de humor no son graves. Y sin embargo no están relacionados con los trastornos de ansiedad. Por otro lado, si tus síntomas empeoran o persisten en el tiempo, debes comentarlo con tu equipo médico (matrona, médico, etc.). Estos pueden ser los primeros signos clínicos de depresión posparto . Es una enfermedad que requiere tratamiento y no debe tomarse a la ligera. Puede comenzar durante el primer año después del parto (prestar atención entre la 6ª y 9ª semana postparto). Una tristeza significativa, trastornos de ansiedad, agotamiento, episodios de llanto diarios que duran más de dos semanas y dificultad para estar con su hijo son síntomas a los que debe prestar atención. ¿Has notado estos signos clínicos? Si tienes dudas ¡habla! No pases por esto solo, echándole la culpa al cansancio.
¿Te preguntas si el posparto dura 3 meses, 6 meses o incluso 1 año? ¡Descubre la respuesta en nuestro artículo Cuánto dura el posparto !
Tenga en cuenta también que los trastornos de ansiedad también son muy comunes entre los nuevos padres o co-padres durante el período posparto. Así que, sea cual sea el coste, sigan comunicándose entre ustedes, hablen entre ustedes y cuídense unos a otros.
¿Cómo detener la tristeza postparto? ¡Cuidándote!
Entre la carga mental, las citas médicas y la personita que demanda atención constante, nunca parece una prioridad cuidar de… uno mismo. ¡Y aún así! Una madre en forma podrá gestionar mucho mejor las necesidades de su bebé. Esto requiere un buen entorno de apoyo (padre, personal médico, familia, amigos, etc.) para tranquilizar, dar una mano, aliviar la carga de las tareas diarias y/o permitirle dar un paso atrás y tomarse algo de tiempo. En definitiva, para escapar de esta forma de soledad que a veces puede resultar tan pesada. ¿Por qué no empezar tomándote 30 minutos o una hora siempre que puedas? Ya sea echarse una siesta, recibir un masaje o simplemente tomarse un café en una terraza soleada, busca la manera de darte un pequeño respiro para “desahogarte”.
Y al mismo tiempo, no descuides tu bienestar mental y físico. El tiempo que lleva varía de una nueva mamá a otra, ¡pero cuanto antes comiences, antes podrás recuperarte! Empieza con comer bien. Pero eso no siempre es suficiente para que tu cuerpo se recupere. Para ello, hemos diseñado el complemento alimenticio Moral Boost : para apoyar a las madres. Favorece el equilibrio emocional, combate la fatiga, ayuda a afrontar el estrés. Obviamente compatible con la lactancia materna, forma un combo perfecto con nuestras vitaminas para el embarazo -que puedes seguir utilizando en el postparto y por tanto de forma simultánea- para aportar a tu cuerpo las vitaminas y minerales (todo está explicado en nuestra ficha de producto) que necesita. ¡Y se lo merece! No podemos dormir en tu casa... pero podríamos hacer esto. ¡Y lo hicimos!