El hígado clasifica todo lo que llega a él, ya sean alimentos, los desechos que producimos o los contaminantes a los que estamos expuestos: disruptores endocrinos, nanopartículas y otras toxinas que pueden obstruir el organismo (residuos de hormonas sintéticas, cigarrillos, medicamentos, pesticidas, etc.) y que resultan de nuestro estilo de vida.
Antes del embarazo, la cura de desintoxicación, asociado a una alimentación equilibrada, permite cuidar la salud reproductiva: las plantas apoyan así al organismo a eliminar más rápidamente las hormonas sintéticas y otras toxinas ligadas o no a los excesos (sobre todo los alimentarios).